Un nuevo estudio del Grupo de Genómica y Evolución Microbiana de la Universidad Miguel Hernández de Elche, junto con el Departamento de Interacciones hospedador-Microorganismo del Hospital St. Jude (Memphis, EE.UU.), arroja luz sobre por qué sólo algunas cepas de bacterias comunes se convierten en agentes pandémicos. El trabajo, publicado en la revista científica ‘PNAS’, se centra en ‘Vibrio cholerae’, la bacteria causante del cólera.
Según ha informado la institución académica en un comunicado, el trabajo revela que la forma “más peligrosa” de esta bacteria surge gracias a una “combinación específica” de genes y variantes que le dan ventaja en el intestino humano. Esta investigación podría abrir nuevas vías para predecir y prevenir futuras epidemias de cólera.
El estudio es fruto de una colaboración entre el investigador de la UMH Mario López Pérez y el profesor Salvador Almagro-Moreno del Hospital St. Jude. Asimismo, han participado el profesor José M. Haro Moreno y la estudiante predoctoral Alicia Campos López, pertenecientes al Departamento de Producción Vegetal y Microbiología de la UMH.
Mediante un análisis exhaustivo de más de 1.840 genomas de ‘Vibrio cholerae’, el equipo ha identificado que la especie se divide en once grupos distintos. El grupo pandémico pertenece al más numeroso y está localizado dentro de un linaje compartido con cepas ambientales.
Los hallazgos sugieren que las cepas patógenas que causan las epidemias mundiales de cólera “emergen solo cuando se combinan determinadas variaciones alélicas junto con la adquisición de grupos de genes modulares únicos que confieren una ventaja competitiva durante la colonización intestinal”.
Estas características actúan como un ‘cuello de botella’ “crítico” que impide que la mayoría de las cepas ambientales se conviertan en patógenos humanos. Tal y como ha explicado el investigador de la UMH, Mario López, esto significa que solo un pequeño grupo de cepas de la bacteria ‘Vibrio cholerae’ es capaz de causar la enfermedad del cólera en humanos, a pesar de la amplia diversidad de esta especie en la naturaleza.
El experto de la UMH ha destacado que su modelo de análisis se podría aplicar a otras bacterias ambientales para entender cómo emergen clones patógenos a partir de poblaciones que en principio no lo son. Además, el estudio abre la puerta a vigilar con más precisión qué cepas tienen potencial pandémico, lo que podría resultar útil para la prevención de futuras crisis sanitarias.
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